Hit the lights

Es la ciudad en la que el amor te espera. Todavía no eres consciente de tal cosa, pero es la realidad.
Intentas sacar de tu cabeza ese mundo que un día creaste sin saber bien por qué. Sabes que tienes que aceptar vivir ahora en él tal cual es.
Te peleas contigo mismo por pura inercia, ahora en tu cabeza conviven dos mundos totalmente diferentes los cuales chocan entre sí, ninguno de esos dos mundos se conforma y quiere abarcar mucho más.
Sin embargo, todo se para por un momento. Nada a tu alrededor se mueve. El reloj se ha congelado y se puede decir que en ese mismo instante eres la única persona que se encuentra en el mundo.
Intentas que aparezca una máquina que te pueda hacer retroceder y que te permita cambiar lo que tú crees que hiciste mal.
Retenido por tus pensamientos el reloj vuelve a emitir su sonido característico TIC-TAC, TIC-TAC... pero tú apenas te das cuenta de ello. Te quedas parado y ahora el que se congela no es el reloj, eres tú. En vez de dejar las cosas tal cual estaban has dejado que la buena vida pase por delante de tus ojos y tú casi ni te percates de ello.En menos de una milésima de segundo ocurre algo mágico y diferente 

todas las luces del mundo se encienden a la misma vez y en menos de que alguien pueda parpadear se vuelven a apagar todas esas luces al mimo tiempo,

 entonces una sola luz brilla en el firmamento. Es una luz especial de color malva y en su interior inscrita la palabra sueño.Gracias a esa luz, que ahora brilla dentro de cada uno de nosotros, se pudieron cumplir todos aquellos sueños que nunca fueron cumplidos.

"Apaga la luz, deja que sea tu propia luz interior

 la que brille."